sábado, septiembre 01, 2007

Despedazando anatomías

Retengo el color de ojos en un recuerdo de su voz.
Reestructuro su belleza desde mis ojos, y para mi sorpresa
resquebrajo mi voz con el olor de su nombre.

Ya le he pronunciado un adiós al saludo de tus labios.
Mi mano ha perdido el tacto en alguna de las curvas de tu forma humana.
Creo que ya no creo (en) tu corazón,
ninguna pieza de mí encaja en tu vacío.