Les temps avec toi

15 días a tu lado le intentan hacer burla al tiempo. Estiran sus números hasta tocar el día siguiente, ignorando su falsa libertad más allá de las 24 horas.
Al fin la misma hora se sincroniza en el reloj, y la única distancia que aceptamos son esos centímetros que tomamos para contemplar nuestros ojos.
Desde que te tengo en mi realidad, el resto de mi vida es irreal; pero sé que esto no será para siempre.
Llevo demasiado tiempo viviendo de ilusiones sobre ti, y mañana no querré sustentar mis anhelos en recuerdos.
Sí, te creo en medida que dices eso mirándome, sabiendo que los ojos dicen las verdades que las palabras mienten. Pero eres feliz. Pero somos tan felices.
¿Qué me has dado, cuál ha sido tu embrujo, qué palabras nuevas has empleado que no son como otras que yo haya escuchado?
Aquí estoy yo, la que en vez de estudiar se dedica a pasear... por tu mente, ¿qué te he dado?, ¿qué te he dado? El reflejo de lo que me haces sentir. La inspiración, unas palabras nuevas dentro del diccionario del amor (lo desempolvamos con cuidado, las etimologías son sensibles a los cambios).
15 días, el resto de mi vida, siempre, te amo. La lengua vuelve a cobrar significado en tu boca generosa, que deja caer sobre mis esperanzas las fotografías de tantos amaneceres a tu lado.
Cómo desaprovechar la oportunidad de tenerte bajo el mismo pedazo de cielo.
Cómo puedo pretender ser capaz de expresar lo que siento por ti.