sábado, agosto 20, 2005

Beethoven fue sordo.-

Me levanto esta mañana sintiendo que mi cuerpo se diluye en un grito que ya no oigo. No puedo romper la barrera del silencio que me ataca con su cuchillo invisible.
Intento hablar contigo, pero sigo sin entenderte.
Intento mantener la calma. No te entiendo. Sigo sin entenderte. No entiendo.
Intento mantener la calma. También Beethoven fue sordo, y fue un músico brillante: compuso “Para Elisa” justo en el momento en el que el mundo comenzó a hablar el idioma que no había sido creado para su entendimiento: el silencio.
¿Cuándo nació ese idioma? ¿Lo recuerdas? Cuando las palabras eran sólo banda sonora de una muerte anunciada con susurros y que neciamente intentábamos reanimar a gritos. ¿Por qué gritabas conmigo? ¿Por qué mi corazón callaba y mi boca aullaba? Demasiadas dudas que no tienen respuesta, o sí la tienen, pero como siempre desde ahora mismo, es silencio.
Beethoven fue sordo, pero cuando esto ocurrió ya había alcanzado su cenit musical.
Lástima que en el amor nunca nos parezca llegar al punto más alto de plenitud.
Háblame, te escucho.


“E volvin a escoltar a voz amada,
aquela voz que endejamais ouvira
sen sentir a presenza do infinito.”
RICARDO CARVALHO CALERO