sábado, julio 09, 2005

Libertad esclava

Libertad, hemos luchado por ti. Libertad, causa y fin de muchos. Libertad para poder llamarnos legítimamente esclavos: del trabajo, de los estudios, del tabaco, de la vida, del amor, del sexo, de la literatura, del sexo; un mecano de huesos y músculos que irradian calor. Por ello somos esclavos en cuanto que buscamos calor, nos fascina el fuego de San Juan y lo queremos contener en una noche con poemas que resumen besos. Besos, con los que recorro tu piel porque soy libre de pensar que hay amor. Soy libre para convertirme en esclava de la libertad y así no liberarme nunca de mi esclavitud. Un enigma de palabras encerradas en la libertad. Palabras, palabras, palabras...
Pero tengo tanto amor...
No sé expresarme en este idioma, me siento incómoda y actúo como un animal al filo de la más absoluta involución.
Pero tengo tanto amor...
Y gimo, lloro, grito, lamento, muerdo, me excito e incito. Persigo a quien me reta y le enseño mis colmillos con restos de sangre que lamo con frenesí. Animal, animal.
Pero tengo tanto amor...
Me exhibo desplegando mi cola de pavo real y desenvainando las armas de Minerva. El verde de mis ojos piden más verde: verde que te quiero verde, aunque me lleve a la muerte.
Pero tengo tanto amor... ...Que me volví loca cuando no pude demostrar tanto amor, cuando las palabras se transformaron en unos signos gráficos crípticos, cuando me costó emitir sonidos humanos. Ahí quedé yo. Cuando la vida quiere empezar tras el fin. Donde se rompen las olas, donde se quiebran los vasos, donde se queman libros, donde las gotas de agua se confunden con los charcos. Donde una sonrisa era amor eterno. Donde y cuando hablo de juegos y juego hablando.
Juego con fuego, no quiero quemarte. Soy la mujer de hielo. Sigue tu naturaleza y busca calor.

2 Comments:

At 12:43 p. m., Blogger Sili[k] said...

Quizá debas usar ese calor, el del fuego con el que dices jugar, para acercarlo a ti, para derretirte y recorrer en forma de agua las simas de la vida. Ahí es donde habita todo lo que buscas y, quién sabe si lo que ansías justo ahora.

 
At 7:01 p. m., Blogger Kaukisella said...

No puedo manejar los elementos, recuerda. Ellos me manejan a mí, es lo único que acepto que me controle ;O)

 

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